sábado, 20 de mayo de 2017

Ensayo: Las dos caras de Medea


Por: Nicolás Puia


La tragedia griega transcurre en el siglo V a/C y sus personajes son dioses o héroes. Se da paso al comienzo debido a una hamartía cometida por un ser humano. Esto concluye con un hecho trágico, como la muerte de un humano inocente. El público experimenta la catarsis. En estas tragedias griegas la historia ocurre en un día.

En Medea, de Eurípides, la protagonista tiende a engañar con su apariencia lo que realmente siente para conseguir su objetivo de venganza.

El amor de Medea, producto de un hechizo, fue el primer paso dentro de un pasillo trágico en sus vidas.  El amor que Jasón sentía era por conveniencia, ya que Medea lo ayudaría si pactaban el matrimonio.

Al principio del mito, Medea se mostraba enamorada y feliz, siguiendo el rol de la mujer griega, hasta que Jasón la abandona por la hija del rey Creonte. Esto provoca una sensación de venganza en Medea.

Medea fluctúa entre su verdadero ser y la mascara. Esta ultima se ve reflejada con Creonte cuando le pide quedarse un día más en Corinto con la excusa de buscar un lugar para sus hijos, cuando realmente lo que quería era quedase un día más para poder vengarse de Jasón:

“Déjame quedar solamente este día y me preocupare de nuestro destierro y de proporcionar recursos a mis niños, porque el padre no los atiende. Ten compasión de estos. Tú también eres padre y es natural que tengas benevolencia.”  (Medea – Página 40)

Jasón también engaña a Medea, mostrándole la conveniencia de su relación con la hija del rey y excusándose con querer obtener el bienestar de sus hijos:

“Sépalo bien ahora, no por una mujer me case en reales nupcias con aquella que ahora tengo, sino, por querer salvarte y dar a mis hijos hermanos reales, columnas de mi casa.” (Jasón – Página 47)

Medea quería matar a sus hijos para vengarse de Jasón, ya que pensaba que eran únicamente hijos de él. Ella se victimizó para poder tener a los niños en su poder y así lograr su plan asesino:

“Absolutamente deben morir. Y puesto que es necesario, yo que los puse a mundo los mataré.”  (Medea – Página 72)



En síntesis, Medea es un personaje que debido a su astucia e inteligencia, puede manejar su discurso, mostrándose como en la realidad no es, para convencer o manipular a la persona que necesite o convenga. Además, su carácter fuerte y sus extremas ansias de vengarse de Jasón la llevaron a hacer cosas inhumanas, como matar a sus propios hijos.

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